viernes, 11 de marzo de 2016

Aquí (Tutaj) de Wislawa Szymborska.

Wislawa Szymborska (Polonia, 1923). Obtuvo el Premio Nóbel de Literatura de 1996. 
Este poema llegó a mis manos como suele sucederme siempre con la poesía, por casualidad mientras indagaba nuevos textos y autores que leer. Lo comparto porque me pareció magnífico.


Aquí
No sé cómo será en otras partes
pero aquí en la Tierra hay bastante de todo.
Aquí se fabrican sillas y tristezas,
tijeras, violines, ternura, transistores,
diques, bromas, tazas.
Puede que en otro sitio haya más de todo,
pero por algún motivo no hay pinturas,
cinescopios, empanadillas, pañuelos para las lagrimas.
Aquí hay un sinfín de lugares con sus alrededores.
Algunos te pueden gustar especialmente,
puedes llamarlos a tu manera,
y librarlos del mal.
Puede que en otro sitio haya lugares así,
aunque nadie los encuentra bonitos.
Quizá como en ningún sitio, o en pocos sitios,
aquí tengas un torso separado
y con él los instrumentos necesarios
para añadir los propios a los niños de otros.
Y además brazos, piernas y una cabeza sorprendida.
La ignorancia tiene aquí mucho trabajo,
todo el tiempo cuenta, compara, mide,
saca de ello conclusiones y raíces cuadradas.
Ya, ya sé lo que estás pensando.
Aquí no hay nada duradero,
porque desde siempre hasta siempre está en manos de los elementos.
Pero date cuenta: los elementos se cansan rápido
y a veces tienen que descansar mucho hasta la próxima vez.
Y sé qué más estás pensando.
Guerras, guerras, guerras.
Pero incluso entre las guerras a veces hay pausas.
Firmes -la gente es maña.
Descansen -la gente es buena.
A la voz de firmes se produce devastación.
A la voz de descansen se construyen casas sin descanso
y rápidamente se habitan.
La vida en la tierra sale bastante barata.
Por los sueños, por ejemplo, no se paga ni un céntimo.
Por las ilusiones, sólo cuando se pierden.
Por poseer un cuerpo se paga con el cuerpo.
Y por si eso fuera poco,
giras sin billete en un carrusel de planetas
y junto a éste, de gorra, en un torbellino de galaxias,
en unos tiempos tan vertiginosos
que nada aquí en la Tierra llega ni siquiera a moverse.
Porque mira bien:
la mesa está donde estaba,
en la mesa una carta, colocada como estaba,
a través de la ventana un soplo solamente de aire,
y en las paredes ninguna terrorífica fisura
por la que el viento se te lleve a ninguna parte.

Poemas retroactivos (Ahora - Verano 2015)

Ahora


Ahora el mar no irrumpe en ella
ni el oleaje vierte su fiereza.
Ahora no se ensimisma
en el abandono del sol
sobre el manso gigante
que llamaba horizonte.

Ahora su impulso es vertical
y ansia el vértigo
en el abismo en las huellas
de antiguas y extrañas rocas.
El verde y brumoso espíritu de un acantilado.
La brecha que trona 
como un rayo que trazó su estela.

Ahora asciende como el impulso
de las olas quebradas, en el manto nocturno
a través de atardeceres anaranjados
extasiados cielos que confunden sus azules,
la bruma de las tardes tranquilas,
ahora acaricia el musgo como espuma,
acaricia ese beso impronunciable,
y parece levitar entre las hojas rendidas.

Ahora es ola de calor enardecida
que desciende por escalonados abismos
en pequeñas brechas que la hacen tocar 
el mismísimo centro de la tierra.

Ahora el mar habita en ella.



 19/Agosto/2015