martes, 2 de septiembre de 2014

Al rescate de textos antiguos (2009)

ASPERO Y DELICIOSO MUNDO

Áspero y delicioso mundo:
comienza y fulmina la historia 
como un bucle, 
un baile de máscaras.
La  hélice del tiempo
con sus finas dentelladas,
arrastra un sabor espeso,
a tierra, sangre y azul inmenso.

Camino sobre la hélice,
en dias que tornan el aspa,
hacia el lento decaer del cielo,
sin dioses, ni paraíso:
se derrama la turba de los sueños.

Aspero mundo,
luces y sombras arrojas.
a tus fauces me asomo,
destino inóspito,
tu garganta es el pozo
donde se esconde la ruina,
el lento desamor del hombre.

Aspero mundo cobijas,
a empeñados seres
insistiendo en vivir,
insistiendo en poseer,
el olimpo del mañana.
Todo es desechable, perecedero,
todo es ahora, ya, lo quiero,
luego lo suelto, me aburre, lo siento.

Áspero y delicioso mundo:
a qué mirar, a que aferrarse
si la hélice se desgasta
a cada paso, a cada dentellada
de nuestra raza, 
luego quedamos desnudos, 
temblando,

sin tiempo
y sin nada.





LUNA LLENA
Mis mejores aullidos
en esta noche de plata,
clara luna compartida,
lentos bocados guardo
de tu boca y de la mía
en esta, nuestra noche
de soledades compartidas.




NOCTURNIA

Nocturnia, criatura alada
la hija de la noche se pronuncia
sin labios, sin rostro, despierta
y su luz plateada se hace verso
me reclama su sangre.

Hija de la noche, flor abierta
el nectar de su voz me obsequia
no tengo si no más remedio
que inhalar su olor salvaje
en el rumor del silencio suave.

En la noche abierta en canal
no tengo si no mas deseos
que beber su espesa sangre.
Embriaga mi nostalgia a ciegas,
mis pies se deslizan entre su marea
frágil del alma, desierta,
derrotada ante mis sueños inquietos.

Noche abandonada, nocturnia
derrama mis ultimas fuerzas
en la cienaga oscura, océano urbano
escucho olores de fresca hierba,
pequeños arpegios acompasados
serpentean en una extraña sensación
de poder, de permanencia.
En mi boca trinan los deseos por estallar
amortajado el silencio, implosiona
la hora de los locos y los intoxicados.

Incansables, inexorables las horas,
por sus aceras  me pierdo
siguendo su hálito, la huella,
nocturnia lanza aves sin alas
por el abismo de la madrugada.

Ya apremia el alba.
y nadie oye sus lamentos,
todos duermen o viven para el sueño
o mueren derramando sus ansias
por la tierra maldita del hombre.

Yo despierta antes del alba
mis ojos ya no duermen
alerta, siempre alerta
mis pupilas inflamadas
esperando el alba, 
apartando el sueño
eso si, soñando despierta,
con la inmortalidad.

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